
En la escuela, te enseñaban religión. La señorita, Doña Nati, era una mujer bellísima, severa, pero justa y muy adelantada a su tiempo. Tan adelantada, que pasados los años se casó con un chico que había sido alumno suyo, al que le llevaba veinticinco años; con el tiempo, ella se conservaba tan joven, que llegaron [...]
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